miércoles, 29 de diciembre de 2010

Descanso

Este fin de año, luego de las carreras de navidad...más que las propias, las ajenas de quienes corrían tras la exigencia consumista de entregar todo el aguinaldo en las tiendas de moda, de marca o de "estilo", me escondí en una playa nacional. Me debatía antes, entre la picardía del Caribe o la sutileza del Pacífico. La decisión fue difícil. Siempre lo es, pero salir del frío San José en medio de una inesperada gripe, impulsaba rápidas acciones. Puntarenas fue la playa elegida y el frío del valle parecía acompañarme hasta la suave arena. Fuerte viento y bajas temperaturas se presentaron a la recepción. Pero el cansancio, una tina con agua caliente, comida en el salveque, ventana con vista al mar y el sonido de las olas en su ir y venir, marcaron un día completo de descanso. La mañana se instauró con un Sol asomado entre un cielo empedrado. No iba a temblar, como decía mi abuela, tan solo mantendría una rica temperatura mientras redescubría al "Puerto". Una punta bellamente adaptada al turismo, nuevos restaurantes, unos con asomos caribeños, otros con matices italianos y el resto, sin duda, con el sello del lugar. Una ciudad en calma, una zona pesquera de intercambio constante detrás del mercado, una soda con un pinto que sabía a sonrisa, una capresse de fuertes colores, un pescado entero bañadito en limón, una botella de agua en el bolsillo mientras entierro la historia de un año que se irá con la próxima ola que le alcance la marea. Un atardecer de fuego escondido entre el mural del cielo, aquel con misión de desdibujar un ferri con rumbo al mar, con verdes montañas teñidas tan solo por el sol, acompañando el camino de otros aventureros, que también recargan "pilas". Ese fue mi viaje de descanso y le agradezco a Dios y a sus manifestaciones en la Naturaleza, al lindo Puerto y a la especial compañía de aventura tan hermoso y descansado paseo. Felices fiestas a todos!

1 comentario:

  1. Cielo, mar, arena, sol y los deseos de renovarse. Creo que es la mejor manera de terminar un año e iniciar otro. Y, con semejante pintura, pareciera que Puntarenas es el mejor lugar ;-)

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