miércoles, 23 de febrero de 2011

Julie & Julia y Paul el Sibarita

Hace algún tiempo tuve la maravillosa oportunidad de llenarme los sentidos por medio de la excelsa interpretación de Meryl Streep acompañada de una siempre dulce Amy Adams en un evento cinematográfico denominado Julie & Julia. Interpretó el irresistible Stanley Tucci a un encantador Paul Child, eterno amante y marido de Julia. Paul Child: "El Sibarita". Decía que me llené los sentidos porque al final de verla tuve la sensación de que había saciado mi apetito con un pato relleno con bechamel de estragón y romero y hasta una refrescante crema bavarois de fresas, que no sé si ahí Julie la preparó, pero se me acaba de antojar. Fue poco después de ello, rebuscando en la internet, que conocí la tendencia sibarita, que constituye algo así como un adepto o sobrino o ramificación del hedonismo filosófico epicúreo, con el que me identifico abiertamente. Y precisamente ese encanto por la película en cuestión fue lo que provocó que hiciera un análisis de qué es aquello que me depara placer, en qué forma y con qué intensidad, para descubrirme un día expresando en un medio abierto que tengo la intención de convertirme en sibarita.

Y no es para menos... Ya hace mucho tiempo que mis invitados a comer en casa sienten esa fascinación por llegar y volver con tal de probar el nuevo y rimbombante platillo que haré en cada velada, o los dips, o cualquier otro tentempié. Y aunque alguno que otro ha sabido agradecer una buena sesión de World Music o Lounge, no de todos es de agrado, pero de que sabe mejor la buena comida con buena música, definitivamente sabe mejor. (También con una buena bebida y un buen cigarro al final).

Pues bien, me he dado a la tarea de cocinar lo más posible los fines de semana, no solo para satisfacer todos mis sentidos durante un domingo cargado de sopor y series de televisión para niños, sino también (me confieso) para congelar todo lo posible y no tener la necesidad de cocinar durante todo el resto de la semana. De esa manera he ido aprendiendo no sin muchísimo asombro y un poco de ayuda de Elgourmet.com o de mi adorado Gordon Ramsey, la capacidad que tiene cualquier persona de desarrollar un elevadísimo nivel en el arte culinario, siempre y cuando uno se preocupe por tener en casa productos básicos, y a veces no tan básicos, como en mi caso, que el frigorífico y la alacena siempre permanecen a reventar con los más variados tipos de carnes, condimentos, aderezos, quesos, fiambres y productos frescos que me encuentro en el súpermercado, y que trato de convertir en verdaderas obras de arte que satisfagan el hambre de mis hijas y mi gusto adquirido por la buena mesa.

Dicho todo eso, y porque si de algo carezco es de egoísmo, les voy a regalar una ligera receta que se me ocurrió para un desayuno dominguero hace pocas semanas, precisamente sacando cosas del frigorífico para ver que desayúnabamos. Le llamé así de fácil: Bruschettas de jamón y queso a la Capresse. Es fácil, económica y deliciosa. Espero la prueben y les fascine tanto como a mis enanas.

INGREDIENTES:

* Pan cuadrado integral (juro que sabe mejor con el integral que con el blanco)

* Margarina

* Ajo triturado casi en pasta (mejor en mortero, con una pizca de aceite de oliva)

* Queso para sandwich (yo prefiero el Monterico de Monteverde que derrite espectacularmente)

* Jamón de pechuga de pavo (menos grasa y mejor sabor)

* Queso mozzarella fresco (en bolitas en salmuera, jamás el mozzarella maduro) o cottage.

* Tomate bien rojo pero todavía consistente o cherry cortado en gajos.

* Albahaca de hoja ancha, muy fresca, lavada y secada con una toalla de papel.

* Aceite de oliva extra virgen (porque el sabor es mejor al natural)

* Pimienta negra o potpourrí de pimientas recién molida.

* Sal.

PREPARACIÓN:

En una rebanada de pan untar margarina y la pasta del ajo triturado. Colocar una lonja de queso para sandwich y una de jamón de pechuga de pavo. Llevar al grill del horno por escasos minutos a 180º C, hasta que el queso se note que ha empezado a derretir. Sacar del horno y de inmediato, aún caliente, colocar una rebanada no muy gruesa de tomate o varios gajos de tomate cherry. Agregar en este punto sal al gusto. Colocar encima dos o tres piezas delgadas del mozzarella o cubrir con suficiente cottage. Sobre el queso poner dos hojas grandes de albahaca, que cubran la preparación, moler pimienta en grano encima y bañar con un buen chorrito de aciete de oliva. ¡Presto!

¿Suena exquisito verdad? Disfrútenlo ya sea en el desayuno o acompañando un tinto no muy fuerte, tal vez un Malbec argentino joven, en una velada casual. Lo demás... inventen algo nuevo con qué acompañar el pan, lo importante es a fin de cuentas, el pan más el aliño: el ajo, el aceite, la sal y la pimienta... El resto queda en la imaginación. Gracias por leerme y, "Bon Appétit! ¡HE DICHO!

1 comentario: